domingo, 20 de abril de 2008

LLeno de música

Me gusta poner la música alta y pensar que estoy hueco. Literalmente vacío como una figurita de porcelana. En ese momento fantaseo con que los sonidos que entran por mis oídos chocan en algún punto intermedio de la cabeza para después caer enmadejados por todo mi cuerpo hasta precipitarse sobre mis pies como esos repetitivos chispeos de primavera. Cuando, al fin, estoy lleno de música, me acerco a ti, te abrazo y te canto al oído. Entonces es como si derramase a tu interior las notas que me empapan por dentro. Como una esponja. Es en ese momento cuando me siento más dentro de ti que nunca.

Este es el botón de muestra de lo que guardo en Ídelo el de los cuentos

miércoles, 16 de abril de 2008


MIL GRACIAS CALÍOPE

¿Porqué? Tengo tres recuerdos de la televisión en mi infancia. El primero es yo sentado pegado a la tele viendo el equipo A, el coche fantástico, mcgyver y series por el estilo. Los otros dos son como imágenes grabadas en mi retina, programas o más bien partes de programa que quedaron fijados en mi memoria. Desgraciadamente sólo son imágenes, y aunque ahora gracias a youtube y emule tenemos acceso a casi todo lo que sale en la tele, sin un nombre no hay por donde empezar a buscar.

La primera imágen es una especie de 13 rue del percebe, pero con personas de verdad. La serie o lo que fuese era en blanco y negro, o muy oscura, y aunque tenía sonido para mí que no hablaban mucho. La imágen es un tío con pinta más bien rara (quizás a lo tim burton) y que estaba flipao con las tetas, salían tetas por todos lados y al final salía una teta enorme a la que el tío se abrazaba y era la mar de feliz. No se me ocurre por donde empezar a buscar para encontrar esto...

La segunda imágen era sobre unos hombres o chicos que se convertían en cuervos. Lo único que recordaba era la atmosfera de la serie, un poco oscura, fantasía medieval... no explicaré más porque gracias a Calíope la he encontrado y si queréis verla podéis. Cuando hablaste de cuentos de las estrellas se me ocurrió que podía estar entre uno de los capítulos. No era así... pero buscando encontré otra serie del mismo tipo: "El cuentacuentos" de Jim Henson. Uno de los capítulos se llama "Los tres cuervos", que acabo de ver y por ello te doy mil gracias.
Adjunto un dibujín que he hecho de una imágen del capítulo.


Ahora a ver si encuentro el tío de las tetas...

domingo, 13 de abril de 2008

Promotor

Elegí este trabajo para vengarme de ella: promotor inmobiliario. ¿qué otro motivo puede haber para escoger esta profesión?
Le encantaba esta ciudad. En ella había nacido y se había criado. Me obligó a trasladarme aquí cuando nos casamos. Cuánto le gustaba que paseásemos por ella. Decía que le encantaba ese aire coqueto y sin pretensiones de las provincias.
Después de años de caminatas infinitas por estas calles me abandonó. Me mandó unos papeles de divorcio desde otra pequeña ciudad periférica. Desde entonces me he dedicado a destruir sus raíces a base de edificios clónicos de hormigón visto.

Esto y más del mismo jaez en Ídelo el de los cuentos

miércoles, 9 de abril de 2008

Sad old jazz

Le acarició el pelo subiendo desde la nuca, resguardándose del tacto lívido del espaco sin ella, engarzando sus dedos musicales a los bucles de aquellos cabellos negros como los silencios de su trompeta. Y otra nota que se deslizaba por la espalda de ella, otra gota de un amor imposible que se resbalaba hasta la curva de un cuerpo que él jamás osaría tocar si no era a través del jazz, mientras ella le escuchaba desde la barra, meciéndose cadenciosa, sugerente, ignorando que él, desde el escenario, le hablaba de piel desnuda y humo, de su piel, del humo que se salía de sus labios y lamía los extremos de la música. Nota prolongadas para declarar un deseo, caricia intensa entre los rincones prohibidos de la concupiscencia de su anhelo...Y ella que hablaba y bebía y fumaba, y se expandía, porque lo era todo sin saberlo, ocupaba cada espacio vacío, objeto de dioses infames que se divertían violando a las musas. ¡Ay, deidad indiferente, ahí tienes la cabeza de Amstrong, las manos de Davis, la boca de Jerry Roll! Son todas para ti, mujer de jade...Aunque quizás sí sabía, quizás simplemente se dejaba adorar, le permitía condescendientemente invadirla de aquella manera pueril, dibujarla en el aire azul de las noches del club.
Los dedos de él sujetaron la trompeta como su cintura, le apartó un mechón de pelo con un fa, delimitó el óvalo de su cara con un re, así, suavemente, y abriendo su boca le robó la vida eterna en el último do, mientras el público, incluída ella, comenzaba a aplaudir, despertando, sudorosos, de los brazos del amante.

Érase una vez

Esa frase, junto con otras como: Había una vez un reino…, o En un país muy lejano...las tenemos grabadas en la memoria desde nuestra más tierna infancia, con ellas solían iniciarse aquellas pequeñas historias que fueron nuestro primer contacto con la literatura y el cine: Los cuentos.

Centrándome en el ámbito del cine, en mi caso en concreto, he de resaltar las películas Disney, que siempre fueron mis favoritas, y una serie que pusieron cuando era pequeña que se titulaba: Los cuentos de las estrellas (Faerie Tale Theatre), en los que actores y directores reconocidos como Tim Burton, Matéu Broderick o Robin Williams (aunque entonces a mi no me sonaban de nada y tampoco me importaban) representaban cuentos populares como: La cenicienta, El baile de las princesas, La reina de las Nieves, La princesa y el guisante y un largo etcétera hasta un total de 27 historias.

Estos relatos nos marcan irremediablemente, ahí esta su magia. Así por ejemplo, hay frases de estos que nunca olvidaremos, como por ejemplo y en mi caso eso de: “el príncipe de mis sueños es un príncipe entre los hombres”, perteneciente al Baile de las princesas (que le vamos a hacer, supongo que en el fondo sigo siendo una romántica).

Pero todo esto no significa, ni mucho menos, que me vaya a centrar en contar cuentos en este espacio (lo de los relatos prefiero dejárselo a los otros colaboradores del blog), simplemente que esta historia, esta aventura, como todas las demás, necesita un comienzo.

Así pues, levantemos el telón. ¡Bienvenidos a la aventura!

Érase una vez…

(Tambien en El baúl de las palabras)

martes, 8 de abril de 2008

HP-40 / B / 20 / IIa

Los muchos años trabajados en la obra pública habían hecho de él un hombre gris, gris cemento. Tanto era así, que el día en que cayó dentro del hormigón aún fresco de la pila de un puente nadie le echó en falta. Sus compañeros asumieron una pequeña parte de trabajo extra sin saber de dónde venía. Años después, su nómina sigue llegando.

Más pero no mejor (porque hay lo mismo) en Ídelo el de los cuentos

¿Qué es esto? o ¿a dónde ha ido usted a parar?

Jamaa el Fna, la plaza del zoco de Marrakech, es un lugar al que, desde hace siglos, han ido a parar cuentacuentos, dibujantes, oradores, magos, músicos e incluso algún encantador de serpientes. Jamaelna es un expositor, una recopilación de lo estupendos que somos en conjunto, y también por separado. Un mercadillo donde hay para escoger. Bienvenidos.

Modo de empleo: Este blog está pensando como una especie de comunidad de bloggers. Todos nosotros iremos colgando artículos, fotos, dibujos, declaraciones de guerra, vituperios, recetas de cocina y, en definitiva, todo aquello que se nos ocurra y apetezca. Cada uno de los autores tiene, a su vez, un blog individual, enlazado desde cada una de sus entradas y desde la barra lateral. Siéntanse libres de cotillear cuanto les plazca. Pasen y vean.