Volvió a coger el bolígrafo con tanta fuerza que casi se le agarrotaron los dedos y escribió: mariposas y arcoiris de colores... Lo leyó, ¡mierda! ¡vaya cursilada! Cuando no hay manera, no hay manera. Y luego dirían que la felicidad es el estado natural del hombre.
Desde que todo en su vida le iba bien, junto a las ganas de tirarse por la ventana, había perdido toda capacidad literaria.
Estas y otras divagaciones de la misma alienígena en: la coleccionista de planetas
martes, 9 de septiembre de 2008
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